Los discos duros no lo están teniendo tan fácil en los últimos años para aumentar su capacidad, y además de haberse quedado estancados en este tiempo, los SSD les han adelantado por la derecha, ya que se han conseguido fabricar SSD de 60 TB (aunque en un tamaño de 3,5 pulgadas), frente a los discos duros, cuyo tamaño máximo se sitúa en la actualidad en 14 TB, con un modelo presentado por WD hace 1 mes y medio, y ahora parece que el año que viene se alcanzarán los 16 TB.
16 TB en 2018; ¿20 TB en 2020?
El pasado mes de octubre comentamos cuáles eran las limitaciones físicas que estaban
A pesar de esto, la demanda de discos duros sigue siendo fuerte, y en el caso de empresas de vigilancia la demanda está aumentando para discos duros de alta capacidad. A los discos duros les queda todavía varios años en el mercado, y más ahora que el precio de las memorias NAND ha aumentado mientras la industria migra hacia las 3D NAND, que permitirán a largo plazo aumentar aún más la capacidad de los SSD y hacer que su precio disminuya.
Lo que sí está claro es que los ordenadores de sobremesa no se entienden en la actualidad sin la dupla de disco duro y SSD, mientras que en los portátiles serán en los primeros dispositivos donde tenderán a ir desapareciendo en los próximos años por todas las ventajas que tienen. En un portátil normalmente prima la movilidad, mientras que en un ordenador de sobremesa eso no es tan importante, y los discos duros son buenas opciones para almacenar grandes cantidades de archivos que no requieran un rápido.