Durante los últimos años un creciente número de s de todo tipo de dispositivos se han decantado por utilizar alguna VPN, también conocidas como Virtual Private Network, como método de protección contra los posibles ataques que puedan recibir a la hora de navegar por Internet, así están protegidos contra los diversos códigos maliciosos que circulan por la Red y que se pueden introducir en nuestros equipos en cualquier momento, al menos en teoría.
Sin embargo, un reciente estudio en el que se han analizado casi 300 aplicaciones VPN que a lo largo de los últimos años han sido descargadas por millones de s de Android desde la tienda oficial, Google Play, indica que la gran mayoría de ellas no son totalmente fiables, tal y como afirman ser en un principio. De hecho, en el mismo estudio han podido comprobar que algunas de estas alternativas analizadas no funcionan en absoluto, lo que puede ser un dato un tanto desconcertante para muchos s.
las aplicaciones VPN, millones de s pueden estar expuestos a prácticas abusivas infligidas por las propias aplicaciones o por agentes externos, todo ello pensando que gracias a su uso están totalmente protegidos.
La privacidad de nuestros datos es primordial
Estos investigadores, basándose en todos los datos recogidos, afirman que, a pesar de que las aplicaciones compatibles con servicios VPN en Android están siendo instaladas por millones de s móviles en todo el mundo, su transparencia operativa y su posible impacto en la privacidad y seguridad es toda una incógnita, incluso para los más experimentados en tecnología.
Tampoco es cuestión de ser alarmistas a este respecto, pero lo que hay que tener en cuenta es que en las tiendas oficiales de los diferentes sistemas operativos actuales podemos encontrar un enorme número de propuestas relativas a todo tipo de trabajos y modos de funcionamiento, pero siempre hay que tener mucho cuidado con las que instalamos y usamos, especialmente cuando se refieren a nuestra privacidad y seguridad. Por todo ello nunca es recomendable introducir datos personales o sensibles en nuestros dispositivos a petición de terceros, ya que no sabemos si realmente estamos tan protegidos como podríamos pensar en un principio.