El servicio de correo electrónico de la compañía de Mountain View –Google- en realidad es tan solo uno. Sin embargo, mantiene dos vías de que son Gmail e Inbox, y cada cual tiene sus propias funciones además de sus propias apps para dispositivos móviles. Las ventajas de Inbox están en la ‘inteligencia’ aplicada a la gestión de correos electrónicos. Reconoce facturas, envíos y billetes de avión, por ejemplo, y se sincroniza con otras apps. Y si tú también entras en Gmail por inercia, así puedes forzar que sea Inbox la que se abra.
Cuando llegó Inbox –y ya ha llovido desde entonces-, inicialmente se consideró la posibilidad de que Google fuese a abandonar Gmail en su favor. Sin embargo, la cota de uso del ‘cliente antiguo’ ha llevado a la compañía de Mountain View a mantener ambos con vida y con un desarrollo y evolución paralelos. Ahora bien, hay una serie de ventajas en Inbox por las que es recomendable ‘migrar’, y entre ellas está el sistema de organización de la bandeja con más filtros y una organización más limpia. Pero también, como comentábamos, que es capaz de reconocer mails ‘especiales’ como citas –para el calendario-, envíos –para hacer seguimiento- o ‘tickets’ –billetes de avión, entradas de cine…-.
accedamos a Gmail se abrirá de forma automática Inbox. Y funciona tanto en ordenador como en teléfono inteligente, sin importar qué navegador web estemos utilizando, y sin importar a traves de qué accedamos a Gmail. Es decir, que si pulsamos un ‘hipervínculo’ se abrirá también Inbox por defecto.