En las últimas horas se ha dado a conocer un gran escándalo protagonizado en este caso por un conocido grupo antipiratería griego llamado AEPI, en el que se ha podido descubrir que estaba llevando a cabo una serie de acciones poco legítimas con los artistas a los que representaba, representación que precisamente se basaba en evitar este tipo infracciones por parte de terceros.
Todo esto se ha descubierto en una investigación encargada por el propio gobierno en la que se encontraron enormes irregularidades en sus cuentas. Tras una auditoría llevada a cabo por Ernst & Young, se descubrió que el grupo que
Todo ello en base a los descubrimientos hechos tras la mencionada auditoría que se hizo en nombre del Ministerio de Cultura de Grecia en la que se han descubierto graves irregularidades financieras. En un principio esta se encargó en 2015, pero hasta hace solo unos meses, el grupo antipiratería se negó a proporcionar la documentación necesaria, solo después de que la organización fuese multada cumplió estos requisitos para llevar a cabo la investigación recientemente finalizada.
La lucha contra la piratería no es un negocio rentable
Esta ha revelado un déficit de capital de unos 20 millones de euros, aunque la manera en la que el grupo ha cometido estas irregularidades todavía no está del todo claro, los que es evidente es que los gastos de operación de AEPI superaron por mucho a sus ingresos. Sin embargo el CEO de AEPI recibió un salario anual de 625.565 euros en 2011, pero mientras los de la organización que lucha contra la piratería se enriquecían, no se podía decir lo mismo de los artistas a los que AEPI se suponía que representaba.
Con todo esto lo que queda patente, tal y como ya hemos mencionado en otras ocasiones, que la lucha contra la piratería de contenidos sujetos a derechos de autor no es demasiado rentable, a no ser que la única pretensión de algunos de estos grupos, más que la lucha en sí, sea lucrase a costa de artistas e internautas supuestamente infractores.