La latencia o ping es un elemento clave a la hora de jugar por Internet, sobre todo si jugamos en competitivo. No sólo es importante que su valor sea lo más bajo posible, sino que ha de ser lo más estable posible y sin pérdidas para que no haya tirones. Por ello, el Ethernet ha sido única opción viable para jugar de manera estable hasta hace poco. ¿Ha conseguido el WiFi de 5 Ghz mejorar eso?
Qué son la latencia y el jitter
Antes de nada, tenemos que explicar dos conceptos vitales: el ping y el jitter. Cuando jugamos a un videojuego online, el ping representa el tiempo que tarda un paquete en hacer un viaje de ida y vuelta desde tu ordenador o consola hasta los servidores del juego. Esta latencia se expresa en milisegundos.
A esto hay que sumarle también otro valor muy importante que hay que analizar en las conexiones WiFi: el jitter. El jitter se puede definir como la fluctuación de la latencia, o conocida estadísticamente como la desviación estándar. Por culpa de esto puede haber pérdidas de paquetes, lo cual puede producir tirones o teletransportes en el juego, echando por tierra nuestra partida.
Para seguir comprobándolo nos alejamos del router de manera que hubiera dos habitaciones de por medio, donde la cobertura del WiFi empieza a flaquear. Aquí nos dimos cuenta de las limitaciones y los problemas que presenta esta conexión inalámbrica para jugar si estamos lejos del router. La inestabilidad es mayor, y el ping puede llegar a dispararse puntualmente hasta el doble, y con los consecuentes tirones. Del ping ideal que teníamos entre 31 y 35 ms, pasamos a superar los 50 ms en varias ocasiones de manera bastante inestable, perdiendo paquetes y con un alto jitter, haciendo la conexión totalmente incompatible con el juego competitivo.
Por tanto, la conclusión que podemos sacar de todo esto es que el WiFi es una alternativa estable para jugar si estamos cerca del router. Si nos alejamos de éste y empezamos a tener paredes entre medias, y la señal cae a menos de la mitad, empezaremos a perder paquetes y a encontrar que el ping empieza a ser más inestable, y haciendo la conexión inaceptable para el uso en juego competitivo.