En el Mobile World Congress 2018, en Barcelona, la firma surcoreana ha presentado el Samsung Galaxy S9 como nueva apuesta por la gama alta. Hay otros, pero su principal rival es el iPhone X. Por eso, en esta comparativa repasamos las características técnicas del modelo de Samsung y el de Apple, para intentar encontrar cuál es mejor, o al menos descubrir con mayor detalle sus diferencias sobre el papel.
Apple lanzó su iPhone X en el mes de noviembre, del pasado año, y el Samsung Galaxy S9 llega a las tiendas en marzo. Han pasado cuatro meses, pero el Apple A11 Bionic de la firma de Cupertino sigue siendo uno de los chips más potentes, y en este modelo viene acompañado de 3 GB de RAM. Son 2,39 GHz de frecuencia máxima de reloj en su seis núcleos, frente a los 2,9 GHz del Samsung Galaxy S9 gracias a su Exynos 9810 de ocho núcleos acompañado por 4 GB de RAM. Sobre el papel, el Samsung Galaxy S9 está por encima, pero no es así necesariamente.
También es completamente distinta la cámara. El apartado fotográfico del iPhone X se distingue por su doble cámara con dos sensores de 12 megapíxeles y apertura f/1.7; mientras, el Samsung Galaxy S9 se queda con un único sensor, también de 12 megapíxeles, pero con Dual Aperture que le permite variar entre f/1.5 y f/2.4. Eso, y que permite grabar a cámara lenta hasta 960 fps frente a los 240 fps como máximo del iPhone X.
Se diferencian también en sus baterías, de 2716 mAh en el iPhone X y de 3.000 mAh en el Samsung Galaxy S9. Pero sobre todo se diferencian en el precio: 1.149 euros el iPhone X, y 849 euros el Samsung Galaxy S9.