Hace un mes analizábamos por qué las baterías habían avanzado tan poco en los últimos 10 años. Desde que fueron descubiertas se ha mejorado su fiabilidad y densidad, siendo actualmente en torno a 4 veces más densas que a principios de los 90. Sin embargo, su diseño y componentes base apenas se ha modificado, pero eso podría cambiar con la nueva batería en la que Tesla está trabajando.
Tesla podría incorporar baterías con un electrolito líquido mejor que el actual
En la actualidad, las baterías actuales están compuestas de un ánodo (que suele ser de grafito) y un cátodo, que es una aleación de litio con otros metales. Entre ellos hay un separador, además de un electrolito. Conforme se carga y descarga la batería, se forma óxido de litio en el ánodo, por lo que se pierde litio capaz de almacenar carga. El electrolito, que es líquido, actual como material conductor y ayuda a reducir los efectos adversos de la formación de dendritas en las baterías, pero reduciendo su densidad y haciéndolas inflamables.
El coste de las baterías no para de caer, y el propio Dahn comentó recientemente en una entrevista que espera que el coste de las baterías caiga por debajo de los 100 dólares el kWh en los próximos años, donde actualmente cuestan en torno a 145 dólares por kWh. Bajar de los 100 dólares será un punto clave, donde fabricar un coche eléctrico será más barato que uno de explosión.