Trump aprueba el misil más potente hasta ahora y su objetivo podría ser Rusia: la tensión se dispara

Donald Trump ha dado su aprobación a un misil que revolucionará la capacidad ofensiva del ejército de Estados Unidos. Con su disponibilidad, el país podrá demostrarle a Rusia que tiene más recursos de los que podrían haber imaginado por si llegasen a ser necesarios.
El día a día del presidente de Estados Unidos se divide entre toma de decisiones sobre los aranceles y cuestiones relacionadas con la seguridad y el ejército. En este caso, Trump se ha anotado un tanto respecto a sus objetivos al hacer pruebas con éxito del nuevo misil PrSM, también conocido como Precision Strike Missile. Su disponibilidad podría mucho de lo que hablar.
Dejando atrás el pasado
En el año 2019, mientras Donald Trump ocupaba su primer cargo como presidente de Estados Unidos, decidió tomar una decisión drástica respecto al enfoque que había mantenido su país. Porque, desde 1988, la nación cumplía a rajatabla lo firmado en el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio. En ese momento, el presidente Ronald Reagan lo firmó con Mijaíl Gorbachov con la intención de evitar que se construyeran misiles que pudieran superar un alcance de 500 km.
La información que llega desde Estados Unidos confirma que el uso del PrSM proporciona máxima precisión sin importar las condiciones del clima ni tampoco la hora del día o cantidad de luz. Principalmente, se utilizará con la intención de destruir centros de control, los lugares en los que puedan estar los sistemas de defensa aérea de los ejércitos enemigos y otras estructuras. También se hace mención a que se podría utilizar disparando a lugares donde haya amplios volúmenes de tropas enemigas.
Junto a esto, otro de los aspectos más importantes del misil PrSM es que ha sido concebido para que no encuentre obstáculos en su camino. Por ejemplo, será un misil que podrá evitar sistemas defensivos de última generación y de bloqueo, por lo que eso garantizaría que la capacidad para acertar en el blanco sería máxima. Por otra parte, también va a ser una munición compatible con los drones terrestres ROGUE-Fire, lo que significa que el lanzamiento de estos misiles se podría transformar en un proceso todavía más dinámico. Con todo ello, Donald Trump sabe que ha puesto en manos de su ejército una valiosa carta y ha demostrado que, como ya era de imaginar, aprovecharía que su país se hubiera retirado del tratado de 1988.