En la actualidad, prácticamente todos los móviles tienen NFC. Y lo cierto es que se ha convertido de una de esas tecnologías que muchos conocen, gracias en gran parte a que permite hacer pagos con el teléfono. Sin embargo, sus funciones no se quedan ahí, sino que también puedes aprovecharla para tu hogar.
Con el paso del tiempo, los fabricantes de smartphones han apostado cada vez más por la tecnología NFC. De hecho, ya es bastante raro encontrar un teléfono que no la incluya. A pesar de ser conocida porque permite los pagos móviles, la realidad es que esconde varias funciones que te pueden ser muy útiles en tu día a día en casa.
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NFC significa Near Field Communication y es una tecnología inalámbrica que hereda la tecnología de las etiquetas RFID (las que llevan las prendas de ropa para que no sean robadas, por ejemplo). Está pensada para su uso en móvil y funciona a una distancia máxima de 20cm, por lo que está pensada para el «o» entre el teléfono y la etiqueta.
Emparejar dispositivos
Para ello, hay que usar unas etiquetas NFC que puedes encontrar rápidamente en tiendas como Amazon. Después, será tan sencillo como configurarlas desde apps como NFC Tasks o NFC Tools. Con esto, al acercar el móvil a la pegatina puedes conseguir todo tipo de acciones, como las que hemos mencionado anteriormente.
Compartir archivos multimedia
Si estás en casa y la conexión Bluetooth o el WiFi no te permiten enviar archivos a otro móvil o dispositivo por cualquier motivo, lo cierto es que esta tecnología inalámbrica te puede servir de ayuda. Si tienes dos dispositivos compatibles con esta tecnología, será tan sencillo como acercarlos para que se emparejen. De esta forma, podrás pasar las fotos rápidamente entre ambos.
