Corría el año 2008 cuando un gran número de s de Internet y asociaciones denunciaron la estafa a través del correo electrónico de delincuentes que se hacían pasar por ciudadanos africanos y solicitaban por email cantidades económicas a cambio de compensaciones ficticias. Años más tarde la estafa evoluciona de una curiosa forma: de las bandejas de entrada virtuales a los buzones reales de los ciudadanos.
En la era del desarrollo de Internet como herramienta casi vital para un buen número de s, los intentos de estafar aprovechando la expansión de la Red han ido en aumento progresivo en los últimos tiempos. El correo electrónico de muchos internautas es bombardeado habitualmente con estafas escondidas bajo prometedores mensajes con falsos remitentes como aquel en el que un banco ha «olvidado» números de cuenta y datos confidenciales de los s (phising).
Los timos también se extienden también a redes sociales como Tuenti o Facebook así como a inmobiliarias online, y en algunos casos su éxito ha sido denunciado por varios s, aunque las autoridades tienen verdaderos problemas para localizar a los delincuentes autores de estas estafas.
Hace unos años saltaba a multitud de bandejas de entrada de correos electrónicos una estafa camuflada en un mensaje que encerraba el clásico timo de la estampita. Lejos de utilizar sellos como en el manido timo, el estafador se ponía en o con los s haciéndose pasar por un ciudadano de algún país africano como Nigeria o Tanzania y les solicitaba unas cantidades económicas o sus números de cuenta en el banco para «desbloquear» un goloso y multimillonario botín.
Después de años circulando por la Red, los estafadores han decidido recurrir al correo de toda la vida para captar nuevas víctimas de sus delictivas prácticas. Así lo hemos podido conocer de primera mano gracias a la información de un de ADSLzone, que nos ha reportado las imágenes en las que un ciudadano de Liberia, en concreto el supuesto hijo del ex presidente del país, le solicitaba su «colaboración» para percibir el 30% de la fortuna de su supuesto padre, nada menos que 177 millones de dólares (125 millones de euros).
Como se puede comprobar en la carta escaneada que nos ha reportado el , hay varios datos que evidencian el claro intento de estafa. Desde la historia, totalmente inverosímil, el ingente número de errores ortográficos hasta la descabellada cantidad aludida para captar víctimas muy codiciosas, queda claro que se trata de un intento de timo similar al que circulaba por Internet años atrás. Eso sí, los delincuentes se molestaron incluso en poner el sello del lugar desde donde supuestamente se enviaba la misiva, Tanzania. Todo un detalle para dar mayor credibilidad. Desde ADSLzone agradecemos al el envío de estas pruebas y pedimos a los s que no bajen la guardia ante estos delincuentes.