Tristes datos los que hemos conocido sobre la llamada brecha digital en nuestro país. A estas alturas del siglo XXI, mientras gran parte de nuestros vecinos europeos navegan a Internet a alta velocidad, la realidad en España es otra: cerca de 690.000 familias no tienen a las conexiones de banda ancha.
En exclusión digital. Así se encuentran cerca de 1 millón y medio de hogares españoles según el último informe publicado por Eutelsat y recogido por Computerworld. Nada menos que 690.000 hogares de nuestro país no tienen la posibilidad de acceder a Internet a través de conexiones de banda ancha y 730.000 familias sólo pueden conectarse a velocidades inferiores a 2 megas.
Las zonas rurales y el extrarradio en las ciudades siguen manteniendo -e incluso en algunos casos incrementando, según el informe- la brecha digital que les separa de los núcleos urbanos donde las posibilidades de acceder a Internet se multiplican aunque no hayan avanzado al ritmo de las telecomunicaciones en gran parte del continente europeo.
El gran reto para el Gobierno es impulsar la banda ancha y para ello la incluyó dentro del servicio universal el pasado mes de abril. Con un retraso de un año en su aprobación y, por consiguiente, otro en su aplicación, sus previsiones aseguran que el 95% de los ciudadanos españoles tendrá la telecomunicaciones por satélite.
Lo que es evidente es que si España quiere cumplir con los compromisos de la Agenda Digital debe subsanar esta falla, planteándose el despliegue total de la infraestructura. Asimismo, convendría un poco de humildad por parte de los políticos españoles y no presumir tanto de la calidad y la cobertura de la banda ancha en nuestro país. Al menos 690.000 familias podrían pensar que se están riendo de ellos.